“Siguiendo los consejos de los médicos, no me he subido a una moto desde Portugal”, asegura antes de viajar al Ángel Nieto de Jerez que le costó su grave lesión el 19 de julio pasado.
El pasado GP de Portugal sirvió para constatar el regreso de Marc Márquez a la competición y ahora, dos semanas después, el del Repsol Honda vuelve a la carga en el GP de España. El ocho veces campeón del mundo regresa así al Ángel Nieto de Jerez, donde le aguarda ‘la curva Doohan’ que le dejó KO, fuera de la competición, durante nueve meses, entre el 19 de julio de 2020 y el 16 de abril de 2021. En realidad es la curva 3, a secas, pero en AS llamamos a ese punto simbólicamente curva Doohan porque fue ahí donde el australiano se cayó en 1999 sin regresar ya nunca más a la competición.
Mick se cayó con su Honda durante los entrenamientos del GP de España, en pleno pique con Álex Crivillé, que ocupaba en esos momentos el primer puesto de la tabla de tiempos y el australiano salió a intentar arrebatarle esa posición sin importarle que estuvieran cayendo algunas gotas de lluvia. La guerra entre ambos era tal que intentó, pese a que el asfalto comenzaba a empeorar, darle un golpe moral a su compañero de box en el Repsol Honda, pero el golpe, y serio, se lo llevó él y en esa curva 3, una rápida de izquierdas, se acabó su carrera. La de Marc, 21 años después, también estuvo cerca de terminarse por una caía en ese punto. En su caso, ‘sólo’ le costó nueve meses en el dique seco por una fractura de húmero en el brazo derecho, sufrida tras salir por orejas y golpearle el neumático delantero de su Honda durante el arrastrón.
Es cierto que el ilerdense ya se reencontró con ese punto porque al sábado siguiente, sólo cuatro días después de la primera intervención de las tres a las que llegó a someterse, rodó de nuevo durante el GP de Andalucía, pero de manera diferente a la que lo hará este fin de semana. Entonces echó pie a tierra por la tarde al ver que le faltaba fuerza en el brazo y entender que era un peligro para él y para los demás. Ahora, en cambio, irá a por nota tras demostrarse a sí mismo en Portimao que está de vuelta. Allí pudo completar la carrera, que era su gran duda, y acabar en una esperanzadora séptima plaza que será el punto de partida de resultados muchos mejores.
El 93 ya avisó desde Portimao que a Jerez irá con otra mentalidad, aunque antes de viajar ha dicho ha preferido manda un mensaje de calma a través del comunicado de prensa del Repsol Honda y contar cómo va ese brazo derecho: “Volvemos al ritmo de las carreras; después de una semana productiva regresamos a la pista. He continuado trabajando en mi programa de recuperación para asegurarme de que mi condición física está mejorando y, siguiendo los consejos de los médicos, no me he subido a una moto desde Portugal. ¡Por supuesto que estoy emocionado de volver a montarme en la moto! Nos planteamos Jerez de la misma forma que Portimao; estamos aquí para seguir mejorando paso a paso y hacer el mejor trabajo que podamos. Mi recuperación continúa y lo importante es que sigamos mejorando nuestra consistencia”.
Volviendo al reencuentro de Marc el viernes con la curva Doohan, se me viene a la cabeza que hace ya bastantes años, en 2005, Loris Capirossi se dio un palo durísimo en el final de recta de Phillip Island, en Australia, y aquella historia viene ahora al caso. El italiano de Ducati sufrió, entre otras cosas, un neumotórax que le hizo perderse un par de carreras y reaparecer aún tocado en la última cita de la temporada, en Valencia. El parón invernal le vino muy bien para recuperarse y volver a la carga en la pretemporada en plena forma. AS estuvo en los test de Malasia de 2006, animados por el debut de Dani Pedrosa en MotoGP, y al acabar aquel ensayo de tres días hablamos también con ‘Capirex’ y le preguntamos qué sentiría al reencontrarse en unos días con el final de recta de Australia, donde continuaba la pretemporada, después de la fuerte caída que había sufrido en su última visita cuatro meses antes a ese delicado punto del Mundial. La respuesta del tricampeón fue antológica, asegurando que cerraría los ojos y daría aún más gas que la vez anterior, porque esa era la mejor manera de no cogerle miedo a esa curva y despejar cualquier duda de la cabeza. Habrá que preguntarle a Marc cuál será su estrategia al reencontrarse con la curva 3 de Jerez, la curva Doohan. Seguro que no decepciona.
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